viernes, 24 de octubre de 2008

Norte (pintura en acrílico sobre tela-1 metro por 40 cm)


Desde hace un mes aproximadamente, cambié de trabajo, dejé el escritorio, el teléfono, la gente, los mensajes, y con ello el estres, el cansancio, el trabajo mecánico, para irme a las aulas a volar con los chicos, a crear, a la incertidumbre, al asombro, a las sonrisas, las sorpresas, el cariño, la devolución, el cansancio con gusto, y a su vez, también me trajo aparejadas horas libres, que necesito ocupar monetariamente, por que dejé una cosa para poder optar por la otra, no es que podía optar, debía optar, los dos trabajos no eran compatibles en el mismo lugar.
entonces.. con todo esto, llegaron las ganas de pintar, el tiempo, algunos materiales medio pelo, y por sobre todo... las imágenes! y me entrego a la aventura de crear... que hacía tanto tiempo no disfrutaba así, más bien lo hacia por imposición, por que tenía que intentarlo, sin ganas, en disconformidad con lo que surgía, cumpliendo con cubrir el cartón o la tela..
hace un tiempo, coincide con el cambio laboral, estoy pintando por placer, me pierdo en el tiempo y el espacio, me acuesto y aparecen imágenes antes de dormirme, que voy llenando de colores en el inventario de mi memoria, y al otro día, me levanto, y en cuanto puedo, las pongo en un papelito, tal cual las recuerdo ni bien me despierto, para no perder un potencial cuadro!
no puedo vivir de esto... no puedo dedicarme solo a esto.. pero que placentero resulta poder dejarse llevar por lo que surge, sin que me duela el cuello de tanto atender el teléfono, o las piernas cansadas de ir y venir a llevar mensajes y cosas, o que la voz no me salga de tanto hablar...
se que no sera asi en forma permanente (3 horas semanalas de trabajo nada más), ya me estoy buscando alguna actividad, hasta con cierta urgencia y sin muchas pretensiones, pero mientras esta situación dure, mientras no pueda darle a mi tiempo un sentido laboral rentado, aprovecharé para saborear este oficio de pintor, que no quiere decir lo haga bien, no todos los carpinteros son buenos, pero son carpinteros, no?
acá me encuentro, de vacaciones en la vida laboral, ejerciendo de artista plástica.

martes, 14 de octubre de 2008

El libro de los abrazos, E. Galeano

Los Nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean
Que no hablan idiomas, sino dialectos
Que no profesan religiones, sino supersticiones
Que no hacen arte, sino artesanías
Que no practican cultura, sino folklore
Que no son seres humanos, sino recursos humanos
Que no tienen cara, sino brazos
Que no tienen nombre, sino número
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Estoy leyendo este libro y varios párrafos vienen impactándome por su simpleza y claridad para decir las cosas que todos sabemos y que aceptamos sumisamente.
Como me adelantaron, aunque tierno y aniñado en su formato, se lee fuerte en su contenido.
Sospecho que habrá más para transcribir y compartir.