Una tarde común, soleada y calurosa en el conurbano de Bs As, puede convertirse en una semioscuridad casi repentina, con un viento desvastador, en apenas unos minutos... Fenómeno que no deja de sorprenderme y, si estoy a resguardo, siempre me invita a valorar el poder de la naturaleza.
5 comentarios:
Recuerdo a Borges escribiendo sobre Buenos Aires: "no nos une el amor sino el espanto,será por eso que la quiero tanto."
La naturaleza tiene mucho poder,pero es de preocuparse el que hemos tenido los humanos para alterarla.Ahora se muestra muy molesta con nosotros.
realmente creo que no medimos la fuerza que puede tener la naturaleza enojada... y si, hemos abusado de su capacidad de adaptarse a tanta manupulacion y desastre que el hombre hace con ella.. ojala estemos a tiempo para revertirlo.. pero mas importante seria tomar consciencia.. gracias. saludos.
ya he visto las noticias del mal tiempo en Buenos Aires. Espero que hay mejorado mientras escribo estas líneas. un beso.
A mi me encanta sentir la fuerza de la naturaleza, siempre y cuando no dañe a nadie.
Un beso
fernando fue bravo el temporal, hoy estamos en otro de esos dias, grises, frios, y lluviosos, pero espero que no tan furioso como el del otro dia!
imagine! es fabuloso ver su potencial! pero desde ya, la idea es que no lastime a nadie!
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