lunes, 17 de septiembre de 2007

El acecho nocturno

LLegaba la hora de dormirme pero un fuerte dolor en el brazo me sacudió y me arrancó el sueño. Inmediatamente tratè de razonar el dolor y darle sentido mediante la eterna contractura que me ataca desde hace 7 años, en determinadas horas del día cuando el cansancio se hace ineludible, suele empezar en la base de la nuca y recorrer cómodamente todo el cuello hasta mitad de la espalda inmovilizándome màs de una vez, o limitando mis movimientos cotidianos como poco. Pero algo es distinto esta vez, un dolor que me recorre y me adormece el brazo, se apodera de mi mente, que inevitablemente se da cuenta de lo que ocurre. Así lentamente ese extraño dolor reconoce su poder, y como primer síntoma de malicia, se hace permanente, y luego comienza a corroerme... se desplaza desde el omóplato, luego se extiende al antebrazo y por último me toma el brazo y la muñeca, por momentos siento que la mano me desobedece, ese dolor ahora totalmente dueño de la situación se atreve a desordenar mi estabilidad cardìaca, siento galopes en lugar de latidos, las sienes comienzan a retumbarme como consecuencia de los golpes que se dan los pensamientos unos a otros para aparecer primeros, los recuerdos no quieren perder protagonismo, y me despojan de los pensamientos para ser ellos los primeros, o los últimos, tal vez, en instalarse en mi memoria.
Como no se conforma con quedarse ahí, se torna intenso y se corre hacia el pecho, la cosa se complica, son las dos de la madrugada de una noche oscura, solitaria, de lluvia copiosa que incita a dormir hasta los trasnochadores, me siento enferma, en estos últimos instantes estoy comenzando a serlo. Siento que en cuanto cierre los ojos dejare de ver.. no se si para siempre.
Me sobresalta un malestar nuevo, una fuerza en la boca del estomago que termina de confirmarme que no soy dueña ya de mi cuerpo. Subsisto, me levanto, los demás duermen, prefiero no incomodar, sacudo la cabeza y desecho los últimos pronósticos que hice de mi estado. Respiro hondo, no mucho, el dolor no me deja, deambulo por la casa a oscuras, para no despertar ni preocupar a nadie, creerían que no hay razón, soy joven, saludable, de buen semblante, ahora mismo me miro en el espejo y no hay signos mas que de cansancio, pero siento una respiración distinta, una herida en el estomago, algo que se queja. No me entrego, dejo que la noche transite sus horas mientras distraigo a la muerte hasta la próxima luz, y si mañana logro ver el día, sera que mi mente puedo espantarla con el solo deseo de seguir acá, mirando un amanecer, buscando el brillo en los ojos de mi hija, sintiendo la mano suave del amor recorrer cada noche mi espalda, eso y mas valen todas las noches de desvelo esquivando a la muerte hasta donde se obstine en ser ella quien decida mi destino.

5 comentarios:

panchicha dijo...

Si lees esto es que lograste engañar a la muerte una vez mas, pero no sera que ella te esta engañando a ti, y lo que esta consiguiendo es que vivas con el miedo incrustado en tus huesos, esperando a que llegue la noche para......, o es acaso que vendiste tu alma a un desconocido, o peor aun, a uno conocido, no creo que sea el caso, ya que espero que eso solo pase en las peliculas, te deseo que encuentres la paz que necesitas para simplemente dormir,yo creo que el ver la luz del siguiente dia, es una decision que no nos corresponde, descansa.

Anónimo dijo...

sentir que algo duele es simplemente la evidencia de que estas vivo... no te parece? L.maria81

Fabiana dijo...

si, el miedo es parte de la vida,
y sin sentir miedo tal vez no se pueda sentir y disfrutar otro un monton de sensaciones contrapuestas, algo asi como el frio y el calor, la luz y la oscuridad (igual.. de verdad hace 12 años sufri de panico y todas las noches cria que me iba a morir, hasta que sali de la angustia que estaba viviendo, y vivir con miedo cada dia no era divertido, ahora puedo recrearme en eso y es otra cosa.)
panchicha y maria gracias por pasar!!

Lena dijo...

Fabiana,

Gracias por tu visita.
Que bella manera de describir ese dolor, pero me asusto bastante tengo que decir...
...y tambien tuve una epoca en que cada noche creia que iba a morirme, que angustia, pero aprendi lo que era...y hay que lucharlo...

saludos,
Lena

Fabiana dijo...

lena, el dolor es una excusa mas para expresarse.. gracias por tu visita!!